El 7 de agosto de 1924, en el barrio Rebolo, doña Micaela Lavalle fundó el Juventud infantil, el club que ahora es la desbordante pasión de una región, pues su 'hijo' tomó el nombre de Junior y un manto rojiblanco luego de 96 años de historia y gracias al cual tiene un busto.

Hoy, el recuerdo de esa matrona está inmortalizado para la posteridad con una estatua en su nombre en la 'Ventana de Campeones', la popular aleta que se ha vuelto un símbolo del juniorismo, gracias a la donación a la ciudad de la empresa Tecnoglass y su COO Christian Daes. 

Como si se tratara de un acto de inauguración, la única hija de carne y hueso viva que queda de Micaela, doña Carmen Mejía, fue a visitar el monumento y conocer la estatua ahí levantada en honor a su madre. 

"El legado de Micaela ya tiene su monumento, por eso en este momento le damos gracias a ella por ser la artífice de este gran sentimiento. Gracias Carmen Mejía por esta visita especial", trinó la cuenta oficial de la Aleta del Tiburón. 

La sonrisa genuina y sentimental de Carmen es la mejor manera de entender el valor del homenaje. 

En días pasados varias figuras históricas del equipo dejaron sus huellas alrededor del monumento y se develó el busto a Julio Comesaña, promesa realizada por el COO de TEcnoglass Christian Daes, de donde se originó toda la obra.